dissabte, 14 d’abril del 2012

Se busca líder

El líder es alguien que escucha. No le asustan las ideas nuevas, es más, está dispuesto a abrir su mente a nuevos enfoques para encontrar otras soluciones que le puedan pasar por alto. El líder es alguien que sabe que si las cosas se hacen cada día de la misma forma es imposible ser creativo y alcanzar retos. El líder no grita porque no le hace falta. No causa temor, infunde respeto.
El líder se rodea de personas más inteligentes que él porque sabe que eso suma esfuerzo y talento. Sabe que debe adaptarse como un camaleón. Que hay momentos para integrarse en el paisaje y momentos para sobresalir. Es alguien con ideas claras y métodos claros pero dispuesto a hacer concesiones. Sabe sus límites pero está dispuesto a superarlos.
El líder es cauto y racionaliza pero al mismo tiempo valora las emociones y cómo sus actos afectan a las personas.
El líder sabe cuando hablar y cuando callar y siempre da la cara, aunque sea para recibir incomprensión o quejas.
El líder es sencillo, pero brilla.
El líder está dispuesto a tomar decisiones arriesgadas que no gusten... si las cree justas, incluso a riesgo de perder votos o prebendas. Sabe que quizá su liderazgo será valorado por la historia, no por sus contemporáneos.
El líder también tiene miedo, a veces mucho, pero se lo traga.Sabe cómo canalizarlo, como transformarlo en trabajo, en esfuerzo. Su miedo no es el de un cordero que espera manso su turno en el matadero, es el de una madre cinco minutos antes de dar a luz, cuando la ilusión y las ganas vencen al dolor y la incertidumbre.
Un líder usa las palabras, nunca de las come. No se cree mejor que nadie pero se respeta a sí mismo.
Se equivoca y lo admite. Fracasa y se levanta. Sabe que puede, piensa que puede. El líder no es ni duro ni blando, es resistente pero flexible.
El líder tranquiliza, actuá de bálsamo, hace de guía.
Se busca líder.
Razón : un pueblo demócrata y desesperado
Abstenerse aspirantes con ánimo de lucro.

No es país para viejos

a Sra Christine Lagarde, directora gerente del FMI, decía hace unos días que ahora la gente “vive más de lo esperado” y que eso pone en peligro el sistema de pensiones. La solución : habrá que recortarlas. A tajo, con el corta-césped que usan ahora los gobiernos para dejarnos esquilados y sin ganas.
Hemos llegado a ese punto en que nos planteamos en quienes vale la pena o no invertir, qué ciudadanos merecen seguir viviendo y cuáles se merecen o no entrar en una lista de espera. ¿Estamos cruzando esa linea? Porque eso no tiene nada que ver con el racionalizar el gasto público, suprimir organismos duplicados e inútiles o poner freno al déficit. Eso es anti-democrático, ilegítimo y de una falta de ética monumental. Qué lo diga la Sra Lagarde, a riesgo de no saber cuánto va a vivir ella, pero teniendo claro que la mantendremos entre todos y que se retirá con un sueldazo que provoca arcadas... eso es pasar una linea. La de la decencia.

Llevamos años pagando entre todos para formar a profesionales que han trabajado e investigado para garantizarnos una mejora de la calidad de vida. Hemos conseguido a una sanidad pública que era ejemplar y una población longeva. Y ahora ¿os molestan? ¿Por qué se os acaba en dinero guardado que no habíais derrochado construyendo aeropuertos inútiles o pagando dietas abusivas? ¿porqué si pagáis sus pensiones os quedáis sin las vuestras que las multiplican por 5?
No les regaláis nada a nuestros abuelos, nada. De entrada, muchos se ocupan de nuestros hijos para ayudarnos a soportar el entramado de una sociedad que no concilia gracias a vosotros. Han pagado toda la vida sus impuestos y han trabajado para ahora, retirarse con una dignidad, que ya es mínima considerando lo que les queda.

La Sra Lagarde dice que los abuelos “viven más de lo esperado” y eso hunde el sistema de pensiones.
No Sra Lagarde, lo que hunde el sistema es la ineptitud, la mala gestión, el despilfarro en dietas, el dinero público destinado a la banca para que siga sableándonos la cuenta. Lo hunden los múltiples organismos creados para hacer de contra-poder, las prebendas y corruptelas políticas, las comidas a cargo del contribuyente, los coches oficiales, los aeropuertos vacíos, las obras destinadas a enriquecer a amiguetes con adjudicación a dedo... el subsidiar sin mirar a quién... ¿sigo?.. seguro que no hace falta.
Los jubilados viven más de lo esperado... si cree que sobra gente, no se me ofensa, usted misma puede ir despejando camino.

A mí no me sobra nadie.

dimecres, 4 d’abril del 2012

Nunca subestimes a una rata

Ahora ya poco importa, pero debemos saber que la crisis se inventó en un despacho lujoso, con buenas vistas. La crearon tres mentes brillantes y poderosas cuyos nombres no sabemos ni sabremos nunca. No salen en los periódicos, no tienen cuenta en twitter ni forman parte de ningún gobierno. Fueron tres hombres con corbata y móvil caro.
El que llevaba la voz cantante dijo : “Tenemos que controlar el mundo, se nos escapa de las manos, es demasiado libre. Tenemos que crear miedo.”
El primero de los hombres poderosos propuso crear un virus letal. El de la voz cantante le miró con un destello de asco en el gesto y dijo que aquello ya lo habían intentado antes y no funcionaba porque siempre encontraban la manera de sobrevivir, “son como ratas, recuerda”.
El segundo propuso impulsar una nueva religión a través de las redes sociales y captar adeptos que propaguen el mensaje de pánico hasta generalizarlo.
“No servirá” dijo el más poderoso, “el hombre se ha convertido en un dios y ya no le teme. Lo que hay que hacer es generar una crisis económica.”
Los dos primeros hombres poderosos se asustaron, una muestra inequívoca de que la propuesta era buena. Uno de los dos le advirtió de que una crisis económica es incontrolable y que nunca podrían llegar a saber de sus consecuencias hasta que todo hubiera terminado.
Después de horas, la propuesta de la crisis se dio por acertada. Se aflojaron las corbatas y empezaron a tomar medidas.
Al final de la reunión, cuando el hombre de la voz cantante apagaba la luz al salir, “vamos a entrar en recesión pronto, hay que ser precavidos” comentó mientras sonreía, el primero le preguntó :
¿No crees que sobresestimas el miedo?
“Amigo, le contestó el hombre más poderoso, cuando alguien tiene miedo se aferra a lo básico para sobrevivir y acepta que le des sólo migajas para salvar a los suyos. Un hombre asustado es un hombre sin sueños, sin más motivación que su supervivencia, sin ilusión. Créeme, una rata con sueños es capaz de todo, de crear un imperio, de cambiar el mundo. No subestimes a una rata nunca motivada que se levanta cada día a las seis de la mañana con una idea en la cabeza ... Lo sé porque yo un día hace mucho fui rata. “